Madrid, 21 de abril de 1616, Miguel de Cervantes se está muriendo. Hoy Madrid está distinto. Casi anteponiéndose a lo inevitable, su cielo llora por Don Miguel, cubriéndolo todo con una densa cortina de agua. El genio, al que se le acaba de dar la extremaunción, continúa aferrado a su escritorio deslizando veloz y desesperadamente la pluma sobre legajos de papel. Algo le hace suplicar a la muerte otra prórroga, la última. Don Miguel es experto en dicho negocio, pues la muerte y él son viejos amigos desde Lepanto, Argel o Argamasilla de Alba. Más la parca no puede demorarse más, demasiados juramentos y favores han extendido la vida del dramaturgo durante 68 cortos años y no puede darle mucho más tiempo.

Un secreto sin igual está abandonando este mundo dentro de la mente de Miguel de Cervantes. Algo que jamás llegó a contar en todos sus relatos, pues ni el legendario Don Quijote, la Galatea o Diego Cortado llegaron a sospechar jamás de ello, pese a tenerlo delante de sus narices. Pero también es verdad, que ninguno de estos personajes esperaba una carta escrita y firmada por un convaleciente Cervantes rogándoles ayuda en su lecho de muerte.

Bienvenidos a un Ingenioso y Ejemplar Trabajo de Don Miguel de Cervantes Saavedra.

Bienvenidos al ensueño Manchego. Bienvenidos a Changeling: Quijote..

*Vivo por escenas teatralizadas.

Narrador: Eugenio M. Lanzarote

Colaboradores: Jose López y Luna M. Lanzarote
Número de plazas: 9

Viernes Noche